En las últimas décadas, la economía a nivel mundial ha experimentado una serie de
problemas generados por su dinámica y volatilidad que, finalmente, han repercutido en las
condiciones de vida de la población. Ante estos fenómenos los economistas y tomadores de
decisiones, se han visto limitados en su comprensión y prevención. Una alternativa teórica
y metodológica es el paradigma de los sistemas complejos, el cual, constituye un conjunto
de principios metodológicos, conceptos y herramientas de análisis para estudiar a los
fenómenos.
Un sistema es complejo si está integrado por cierto número de componentes que interactúan
entre sí, sus estados cambian al transcurrir el tiempo y tiene dos dinámicas: una local, que
modifica el estado interno de los elementos a partir de la interacción con elementos
vecinos, y una global, la cual es el resultado de la interacción de todos los elementos y
donde surgen nuevas propiedades.
El estudio de los sistemas complejos requiere, por un lado, del trabajo de investigación
interdisciplinario que permite encontrar explicaciones más adecuadas a los fenómenos. Así,
desde las diferentes disciplinas se complementan sus conocimientos para crear nuevas
metodologías, técnicas y teorías. Por otro lado, el incremento en las capacidades de cálculo
de las computadoras ha permitido desarrollar nuevos métodos y análisis con base en
algoritmos, heurísticas y simulaciones computacionales para entender la dinámica de estos
sistemas. Algunas de las metodologías más usadas son la modelación basada en agentes,
redes complejas, algoritmos evolutivos, autómatas celulares y sistemas dinámicos no
lineales.
Es indispensable difundir, a través de la docencia, los enfoques y herramientas de análisis
del paradigma de los sistemas complejos para contar con elementos que permitan una mejor
comprensión de los fenómenos económicos y sociales para contribuir al diseño de políticas
enfocadas en la solución de estos problemas.